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-Inicio-
Este proyecto inició con la amistad de dos artistas, Norma y Yumikio.
Norma, artista mexicana, aterrizó en Tokyo en 2015 con un gran interés en la cultura Japonesa. Por medio de un programa de voluntariado a cambio de acomodación, conoció a Yumikio quien trabajaba en el mismo hostal. Él fué el primer artista japonés que Norma conoció.
Desde el punto de vista de Yumikio, Norma no es el estereotipo de una persona Mexicana, pues tiene un poco de la mentalidad Japonesa, “Honne” y “Tatemae”, que refieren a una autoconciencia de lo que uno hace y dice, en pos de la comodidad y buen estado de la relación con el otro.
Por otro lado, Norma cree que Yumikio es diferente de otros Japoneses pues tienen el mismo sentido de distanciamiento de la propia cultura. La amistad entre ambos se dió de manera natural y fue fortaleciendo conforme a las experiencias compartidas, lo cual los llevó a la necesidad de saber más acerca del arte y cultura del país de ambos, Japón y México.
Sin embargo, la información general que se tiene de ambos países está limitada a lo que se encuentra en las noticias, redes, artículos, etc., y tiende a estar limitada a la percepción que se comparte al mundo respecto a Japón o México. Por esto mismo, creamos éste proyecto, que incorpora experiencias reales para fortalecer la relación entre los artistas de ambos países quienes por medio de esto obtienen un acercamiento y entendimiento de la cultura de cada país de primera mano.
-Propósito-
Mediante el intercambio de artistas de Japón y México, buscamos descrubir el encanto de cada país y generar valores adquiridos mediante las relaciones humanas. En años recientes muchos turistas Mexicanos han visitado Japón, muchos de ellos atraídos por el manga y la animación. Sin embargo, cuando se habla de arte, ambos países carecen de información y oportunidades limitadas que limitan el poder apreciar el trabajo cultural que se realiza en cada país de manera objetiva.
Con la realización de este proyecto buscamos proponer una nueva manera de relacionar artistas teniendo al “Artista en Casa”, un estilo que difiere de la clásica “Residencia Artística” para promover el desarrollo de ambos países fortaleciendo una red de trabajo entre artistas y la sociedad en la que conviven en su país natal.